viernes, 19 de mayo de 2017

Extravío de empatía

Dado el caso, anteayer, en un tanatorio, mi pandilla de "amigos" fuimos a consolar a una amiga, cuyo abuelo había fallecido el día de antes, o eso era lo que pensaba. Casualmente, mis previsiones fallaron (aunque es normal dado que los sentimientos no se me dan bien y raramente acudo a eventos así).

Llegamos al tanatorio, mi amiga Ana estaba fuera, con otra gente de mi peña que había llegado antes que nosotros, y aquí fue cuando comencé a indignarme, mis "amigos" le decían a la cara mientras le daban dos besos cosas como: Lo siento mucho/Ahora está en un lugar mejor/Etc... con una leve sonrisa en la cara, porque a pesar de ver a una amiga sufriendo en sus mismas narices, sus cabezas seguían centradas en sus pensamientos felices, sin siquiera intentar comprender el mal trago que estaba pasando. ¿De verdad hace falta tanta hipocresía?

Lo peor llegó después. De 9 personas que fuimos, 2 se fueron a los 10 minutos de estar allí, y las demás simplemente conversaban como lo suelen hacer cuando están en otra situación, sin tener en cuenta que su amiga estaba allí delante, sufriendo en silencio. Lo más decepcionante fue que ninguno trató de animarla ni de incluirla en la conversación, pues aunque no creo que tuviera ganas de hablar mucho, al no hablar pasaron de ella como si de un pipa en el suelo se tratase.

Y es por eso por lo que una misantropía está echando raíces dentro de mí. Yo normalmente soy el insensible, o al menos en cuestiones de amor, empatía o tristeza, no en el caso de la justicia, ni en este caso, me sentí tan mal por lo que la estaban haciendo en sus narices que me limité a preguntarla algo de vez en cuando y quedarme callado todo el rato (ya que los temas de los que hablaban los demás tampoco eran demasiado diferentes a criticar a los demás, planear una fiesta, o rememorar estupideces). Cuando después de una hora, por fin decidimos de irnos, decidí en silencio, que nunca iba a decir algo que no sentía, si no tenía algún motivo importante.

Ojalá, conozca gente de valor, solo, ojalá.

Fuera de tono

Estoy cansado, y acabo de conocer mi miedo.

Todos pensamos al principio que ser inteligente, o al menos que te consideren inteligente, es increíble. Lo que pocos conocen es el lado malo, cuando esa etiqueta se vuelve inamovible, incluso el propio individuo la asume, causando lo que me está pasando ahora, miedo a no cumplir las espectativas, ya no por los demás, si no por mí, por que la idea que los demás me han impuesto ha conseguido entrar en mí. Ahora tengo miedo a no cumplir con la etiqueta que me han puesto, porque al fin y al cabo, la quiero tener, lo cuál suena, y es, de hecho, bastante contradictorio.

Este suceso me lleva a otro punto, aprender. La generación Z (1996-2006) parece que ha asumido que aprender es malo, es de "empollones", que pierdes el tiempo, que no es útil. Claro, cuándo yo oigo estas cosas, en mi cabeza se oyen carcajadas por la incoherencia. Me parece que voy a dejar de escribir. No tengo nada más que decir.

sábado, 13 de mayo de 2017

Interludio arrítmico

Ni siquiera sé por qué estoy escribiendo esto. Ni por qué muevo mis dedos mientras otros viven su vida. Si alguien alguna vez encuentra este blog, estos textos, no quiero asustarle. Si encuentras esto, perdóname.

No tengo ganas de escribir, pero sí de expresarme. No tengo a nadie, así que me veo obligado a darle una escapatoria a mis pensamientos a través de lo único en lo que puedo confiar, estas míseras letras. Nunca he sido alguien de expresarme abiertamente a cualquiera; de hecho, a nadie, tal vez sea eso por lo que no me queda nadie, o simplemente nada de esto esté ocurriendo, puede que en un intento victimista de atraer la atención escriba este blog con tal de luego contárselo a alguien y que así me escuche. De todas maneras, no creo que a nadie le interese escuchar esto, y esto me ayuda a recordar una frase que alguna vez oí en algún sitio olvidado de una hoja de papel:

"En esta sociedad no escuchamos para comprender, escuchamos para responder"

Ni siquiera sé en qué arrebato de inspiración tuve el coraje de empezar a escribir esto, no me esfuerzo en que estas palabras tengan mucha coherencia dentro de un contexto global, simplemente dejo que los vocablos fluyan, que escapen, porque así creo, estoy, por primera vez, consiguiendo que el yo pensante, filosófico que hay entro de mí, sacie sus hambre de sufrimiento con estas palabras sin sentido que, si es correcto decirlo así, hoy tengo el honor de plasmar en estas líneas.

Ahora miro este texto que he escrito y pienso: -¿Por qué? Si no tiene sentido.
Y es cuando mi yo interior empieza a desgarrarme con una oleada de preguntas irresolubles y me siento inútil, incapaz de darles una respuesta o algún sentido.

Además de eso, me dejó llevar por una marea de sentimientos que no comprendo, y es en ese momento cuando me preguntó de si de verdad tengo esos sentimientos o son los efectos del pensamiento.

No creo que pueda escribir más, hasta una nueva incertidumbre individual, o puede, quizás, alguna crítica social llevarme a escribir de nuevo.